El 21 de octubre, John Panaligan fue arrestado en Tepic, Nayarit, tras un seguimiento que duró cuatro años. Buscado por el asesinato de un abogado en Illinois, su captura fue posible gracias a la colaboración de las autoridades mexicanas y el U.S. Marshals Service. Tras su detención, fue entregado a las autoridades migratorias para ser deportado a Estados Unidos, donde se le acusa de un crimen grave.
Este incidente muestra el papel crucial de la cooperación entre países para lograr la justicia.